28 abril 2013

Y llegaron las máscaras.....!!!!

Esta vez el curso se divide en dos grupos, uno de los cuales se dirige a confeccionar sus blogs, mientras nosotros nos dirigidos a la sala Tomas Fierro a realizar nuestra actividad.
Antes de comenzar con las máscaras se nos entregó papel y muchos lápices de colores y se nos planteó el gran desafío de dibujar el contorno de la cabeza y hombros de nuestros compañeros, lo que representó una labor bastante compleja debido a la falta de precisión de algunos compañeros (varios quedamos con lápiz en la cara y en las orejas) y otros que simplemente nos costó dibujar trazos (varios quedaron chuecos), pero finalmente terminamos y luego de esto se nos asignó la labor de rellenar aquel dibujo con todo aquello que nos cruzara por nuestra  mente; aquellas cosas que eran parte de nosotros y estaban en el interior de nuestra conciencia y con lápices de diversos colores comenzamos a dibujar y obtuvimos una imagen de nosotros mismos adornada de todas aquellas cosas que influencian nuestra vida.

Luego comenzamos a corta tiras de yeso, para ponernos manos a la obra con el trabajo de MÁSCARAS y luego llenamos recipientes con aguas y divididos en parejas comenzamos a trabajar. En un principio el trabajo de máscaras se limitaban a los que estaban en las mesas acostados, sin embargo, al avanzar la actividad, los que aún no comenzaban, ubicaron los lugares más creativos para poder trabajar todos al mismo tiempo.
En mi caso comenzamos con mi compañera a la que las medidas de seguridad apropiadas, para no causarle alguna irritación y algún problema de salud, y luego comencé a cubrirla con yeso hasta obtener la consistencia de la máscara deseada; cuando fue mi turno, mi compañera se aseguró de la misma manera que yo antes de empezar, sin embargo, debido a la cantidad de agua que le puso al yeso terminé con la boca enyesada y con los ojos sin poder abrir, lo que fue una causa de humor entre nosotras y tras lo cual tuve que lavarme durante unos minutos para asegurarme de no tener más YESO.
Sin embargo, puedo decir que fue una experiencia entretenida, pese a todo, pues aún enyesada por todos lados, pudimos compartir bromas con mi compañera de máscaras.

Finalmente pusimos nuestras obras de arte a secar y pudimos apreciar en cada una de ellas las características físicas de cada persona y su reflejo de éstas características en las distintas máscaras, algunas de éstas,  fueron de rostro completo y otras solo de una parte pero aun así cada máscara era única y representaba la identidad de cada una de las personas para las que fueron hechas.
Finalizando todas las máscaras procedimos a guardarlas con nuestros nombres en el taller y luego de limpiar nuestro espacio de trabajo,  lavar los recientes del agua y dejar todo ordenado nos retiramos a nuestros hogares



No hay comentarios:

Publicar un comentario