Me llamo Raquel; llegué a este
mundo el 16 de septiembre del 94, y bueno sobre mi nombre que puedo decir, lo
eligió mi papá y lo agradezco porque mi mamá quería ponerme un nombre raro
(nunca entendí como se escribía) y como no ganó siempre en acto de rebeldía me
llama Eli por mi segundo nombre.
Nací y crecí en Curicó, mi tierra natal
donde disfruté de vivir rodeada de verde natural y de las maravillas de habitar
cerca de lugares donde prima la naturaleza y puedes ver el cielo azul libre de
contaminación. Cuando tenía 4 en un acto casi increíble terminé con una
profesora particular en mi casa, hasta que un año después ingresé al
jardín; donde me caracterice por ser alegre, optimista, revoltosa y
efervescente me dieron el premio a la soliraridad (sé que está mal escrito pero
siempre recordaré que en la ceremonia lo dijeron así >.<).
Luego pase a un colegio de monjas donde
nunca pude adaptarme, pero en el que igual disfrute de aprender cosas nuevas y
diferentes a mi cultura; ahí recibí un regalito que pedí por mucho tiempo UN
HERMANO! Nada de hermanas yo quería un hermano para jugar a la pelota pero mi
mala suerte fue tan tremenda que a mi hermano no le gusta :(
Luego de vagar por varios colegios viendo
si tenían lugarcito para mí llegué a la Escuela Grecia (conocida como la ratonera), donde
pase 8 años de variadas experiencias las cuales siempre recordaré, aunque el
colegio ya no sea como yo lo conocí, pues ante la insistente invasión de
ratoncillos (algo bien raro en realidad) y las condiciones de goteritas que
hacían que nos bajara extrañamente el cariño y nos juntáramos casi
abrazándonos; hizo que nos remodelaran, pero parece que quien renovó la escuela
no le tuvo mucho amor, porque la dejó casi igual y sin techo; pero bueno lo
importante es que ahora es más grande y ya no tan ratonera.
Saliendo de octavo no tenía donde ir,
porque no me gustaba ninguno de los liceos ni los politécnicos hasta que conocí
a mi amado Liceo
Zapallar, el cual era jovencito pero tenía harto calor humano así que entré
con toda la “perso” esperando llegar a un bonito lugar. No era tan bonito,
había que esforzarse harto y tenía que cruzar todo Curicó para llegar hasta él,
sin embargo puedo decir que valió la pena; tuve una bonita pasada por ahí
conocí a muchas personillas valiosas y perdí a unas cuantas también. En ese
lugar bueno me convertí extrañamente en una niña buena, cuando realmente no lo
era, pero no se notó hasta cuarto donde ya era medio difícil enderezarme varias
veces me retaban por mis extravagantes gorritos, bufandas, guantes; en fin,
nunca iba con un uniforme completo, ya que lo encontraba medio apagadito.
Me fui de ese liceo, con un baúl de
recuerdos y también de apodos aunque con el que más me identifico es con Haru
que recientemente cambiaron por el "galletoso" apodo "Kuky"
(que nació de Kyuuky).
En fin, llegué a cuarto y di la PSU, me enfermé para la prueba de
Matemáticas y aunque estuve casi delirando fui igual a darla. Mi ideal era
estudiar Medicina; pero bueno pasaron cosas que hicieron que mis derroteros
vocacionales cambiaran un poco; finalmente entré con el puro corazón a Terapia
Ocupacional y poco a poco estoy descubriendo mi vocación; no ha sido fácil,
pero puedo decir que entrar a la U de Chile ha sido un sueño realizado que se veía
casi imposible.
Actualmente estoy en primer año de Terapia Ocupacional y aunque medio mundo no sabe qué
demonios estudio y mucho menos que hago; estoy feliz de estar dentro y quien
sabe a lo mejor en un futuro no muy lejano el mundo se entere de esta profesión
tan emocionante. Llegar a Santiago es una nueva experiencia pero nada que no se
pueda superar, es un mundo distinto y hay poco aire limpio y no se ve el cielo
azul; pero estoy haciendo lo que quiero y descubriendo mi vocación.
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