26 abril 2013

Esta soy yo (Kyuuki) o Kuky para los que les complica el japonés



 Me llamo Raquel; llegué a este mundo el 16 de septiembre del 94, y bueno sobre mi nombre que puedo decir, lo eligió mi papá y lo agradezco porque mi mamá quería ponerme un nombre raro (nunca entendí como se escribía) y como no ganó siempre en acto de rebeldía me llama Eli por mi segundo nombre.

Nací y crecí en Curicó, mi tierra natal donde disfruté de vivir rodeada de verde natural y de las maravillas de habitar cerca de lugares donde prima la naturaleza y puedes ver el cielo azul libre de contaminación. Cuando tenía 4 en un acto casi increíble terminé con una profesora particular en mi casa, hasta que un año después ingresé  al jardín; donde me caracterice por ser alegre, optimista, revoltosa y efervescente me dieron el premio a la soliraridad (sé que está mal escrito pero siempre recordaré que en la ceremonia lo dijeron así >.<).
Luego pase a un colegio de monjas donde nunca pude adaptarme, pero en el que igual disfrute de aprender cosas nuevas y diferentes a mi cultura; ahí recibí un regalito que pedí por mucho tiempo UN HERMANO! Nada de hermanas yo quería un hermano para jugar a la pelota pero mi mala suerte fue tan tremenda que a mi hermano no le gusta :(

Luego de vagar por varios colegios viendo si tenían lugarcito para mí llegué a la Escuela Grecia (conocida como la ratonera), donde pase 8 años de variadas experiencias las cuales siempre recordaré, aunque el colegio ya no sea como yo lo conocí, pues ante la insistente invasión de ratoncillos (algo bien raro en realidad) y las condiciones de goteritas que hacían que nos bajara extrañamente el cariño y nos juntáramos casi abrazándonos; hizo que nos remodelaran, pero parece que quien renovó la escuela no le tuvo mucho amor, porque la dejó casi igual y sin techo; pero bueno lo importante es que ahora es más grande y ya no tan ratonera.
Saliendo de octavo no tenía donde ir, porque no me gustaba ninguno de los liceos ni los politécnicos hasta que conocí a mi amado Liceo Zapallar, el cual era jovencito pero tenía harto calor humano así que entré con toda la “perso” esperando llegar a un bonito lugar. No era tan bonito, había que esforzarse harto y tenía que cruzar todo Curicó para llegar hasta él, sin embargo puedo decir que valió la pena; tuve una bonita pasada por ahí conocí a muchas personillas valiosas y perdí a unas cuantas también. En ese lugar bueno me convertí extrañamente en una niña buena, cuando realmente no lo era, pero no se notó hasta cuarto donde ya era medio difícil enderezarme varias veces me retaban por mis extravagantes gorritos, bufandas, guantes; en fin, nunca iba con un uniforme completo, ya que lo encontraba medio apagadito.
Me fui de ese liceo, con un baúl de recuerdos y también de apodos aunque con el que más me identifico es con Haru que recientemente cambiaron por el "galletoso" apodo "Kuky" (que nació de Kyuuky).

En fin, llegué a cuarto y di la PSU, me enfermé para la prueba de Matemáticas y aunque estuve casi delirando fui igual a darla. Mi ideal era estudiar Medicina; pero bueno pasaron cosas que hicieron que mis derroteros vocacionales cambiaran un poco; finalmente entré con el puro corazón a Terapia Ocupacional y poco a poco estoy descubriendo mi vocación; no ha sido fácil, pero puedo decir que entrar a la U de Chile ha sido un sueño realizado que se veía casi imposible.
Actualmente estoy en primer año de Terapia Ocupacional y aunque medio mundo no sabe qué demonios estudio y mucho menos que hago; estoy feliz de estar dentro y quien sabe a lo mejor en un futuro no muy lejano el mundo se entere de esta profesión tan emocionante. Llegar a Santiago es una nueva experiencia pero nada que no se pueda superar, es un mundo distinto y hay poco aire limpio y no se ve el cielo azul; pero estoy haciendo lo que quiero y descubriendo mi vocación.

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