09 mayo 2013

Despertando a nuestro yo interno través del movimiento….. *o*

Para esta actividad se nos solicitó venir con ropa cómoda, para así tener mayor libertad de acción en lo que esbozaron como una clase de movimiento creativo.
Al llegar el jueves al auditorio nos encontramos con las sillas fuera un equipo de música y la disposición anímica de nuestra PEC a comenzar la clase. Después de una semana de ajetreo y estrés universitario una clase con ésta temática para nosotros fue un regalo caído del cielo.
Comenzamos en silencio a movernos, debíamos desplazarnos por todo el auditorio sin colisionar, pero tampoco con patrones definidos.
Luego comenzó la acción cuando comenzamos con los saludos; si efectivamente el ejercicio consistía en saludarse sin palabras sólo el movimiento; la acción, de reconocerse de distintas maneras con la persona que tuviéramos en frente. Saludos de manos, saltos, cariños, entre muchas cosas constituyeron nuestra actividad en la que se puede apreciar como el solo hecho de un toque puede tener efectos positivos en la persona la cual lo recibe, lo que a nosotros como futuros terapeutas nos hace un llamado de atención a no perder nunca la conciencia; de quien acuda a nosotros, de la persona, que tiene sentimientos, afectos, carencias y como el sólo hecho de acciones como el toque de las manos pueden obrar y ser beneficiosas en el vínculo terapéutico como también en un tratamiento o rehabilitación.
Luego de esta fase a modo de relajarnos antes de comenzar con la actividad nos ubicamos en columnas y al compañero que teníamos en frente le prodigamos una especie de masaje; después de esto debíamos buscar a una pareja y juntarnos sólo por la espalda y hacer una especie de comunicación sólo mediante ésta parte del cuerpo, saludarse, acariciarse, pelear, entre un sin fin de reacciones más que tuvimos que representar con la persona con la que estábamos compartiendo ésta especial conexión, en ese momento con mi compañera con la que me tocó ésta experiencia sentí como la energía de ella y la mía se conectaban y era como que estuviéramos como en una especie de sintonía distinta de todo el mundo, pero común entre nosotras dos. Finalmente tuvimos que despedirnos de la espalda con la que compartimos esta especie de diálogo extrasensorial y separarnos; al producirse el momento de la separación se sentía una especie de frío; ya que se detuvo el flujo de energía de todo tipo entre nosotras; pero igualmente en el ambiente se respiraba una esencia diferente.

Luego con la música y por medio de movimientos de hombros, manos, pies, por separado y de todo el cuerpo junto en su momento; pudimos ver las diferentes proyecciones que podemos darle a nuestros cuerpos, y como éstos nos pueden servir para expresar emociones, como también para proyectar nuestra esencia. Finalizando éstos movimientos, se hizo una reflexión final sobre lo que generaba esta actividad, y pudimos encontrar la CONEXIÓN, COMUNICACIÓN, entre otras cosas. Finalmente y luego de esta reflexión, retornamos el mobiliario al auditorio, nos despedimos y retornamos a nuestros hogares.

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