En esta ocasión,
nos llegó antes de la clase un extraño correo que nos solicitaba llevar
miles de diarios, sin embargo el por qué y para qué era un misterio…
Por
ello, el día jueves llegamos con una curiosidad enorme, ya que el programa de
clases tampoco nos reveló algo, pues solo decía una cosa tendríamos una clase
de drama.
Ingresamos
a la sala y pudimos apreciar una disposición especial de la sillas (formaban
una especie de auditorio) y al sentarnos se dividió al curso en los grupos
correspondientes y se explicó la actividad al grupo 1 (encargado de traer
diarios) , se les encomendó la tarea de pensar en una persona especial para ellos
y representarlos por medio de un OBJETO
UTILITARIO (similar a los teatros), que a juicio de esas personas
representara a la persona en la que pensaron, mientras ellos en silencio
comenzaron a trabajar, se asignó el resto de las actividades; al grupo 2, se le
asignó la tarea de traer para una próxima clase un objeto significativo que
fuera de gran importancia para ellos y del cual no se desprenderían nunca (no
necesariamente de gran valor material, sino de valor sentimental); y al grupo 3
(mi grupo) se nos asignó la misión de fotografiar a nuestra persona más querida
con estilo RETRATO
(fuimos asignados en último lugar a consideración de aquellos que no
siempre ven a sus seres queridos , principalmente los de región), para
posteriormente en la última clase de drama presentar a nuestra persona más
querida.
Finalizando
la explicación de las modalidades de trabajo de ésta ocasión, observamos a
nuestros compañeros trabajar en sus objetos, para los cuales solo disponían de
diario, scoch, tela adhesiva, y sus propias manos, y pusimos apreciar la
creatividad y la forma que les daban nuestros compañeros inspirado por los
sentimientos y la interioridad además de la experiencia personal de cada uno.
Finalizada
la construcción de los objetos, procedimos a fotografiar las creaciones de cada
uno de nuestros compañeros, para posteriormente pasar a la siguiente fase de la
actividad.
En
esa fase cada uno de nuestros compañeros nos relató sobre la persona escogida,
el significado de la persona en su vida y por qué las representaron de esa
manera. En esta parte, pudimos conocer una faceta nueva de los diferentes
participantes del grupo, y se sintió una unión y conexión en el grupo en torno
al relato de cada una de las experiencias de nuestros compañeros. A la vez nos
permitió hacer una conexión interior con nuestros propios seres querido y como
ellos forman parte de nuestras vidas, pues a veces pasan inadvertidos nuestros
propios sentimientos, debido al ajetreo diario.
Finalizando
los relatos se hace una reflexión final en torno a la actividad y valoramos la
importancia de la palabra en estas clases. Es así como se da por terminada la
actividad y nos retiramos a nuestros hogares. Esperamos la próxima clase con
curiosidad para ver hacia donde nos guía el arte de la palabra….
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