El blog desde el principio no fue muy
interesante, pero poco a pcoo comenzó a cambiar mi percepción de la tecnologías
y de las redes computacionales; puedo decir que mientras estuve en este curso
disfrute cada día y cada clase, ya que después de una semana ajetreada llena de
evaluaciones y de noches en vela llegar a estas clases hacía que me relajara y
me olvidara de todos los otros ramos además de permitirme reír a carcajadas y
compartir momentos de ocio y participación social.
A medida que el curso avanzaba las actividades
variaban pero no por eso se volvían fomes al contrario puedo decir que experimente
los distintos tipo de artes y de expresiones, las modalidades nunca fueron
monótonas por lo que cada clase había una nueva novedad que agregarle al blog.
En estas clases pude conocer más a mis
compañeros y compartir con ellos disfrutar del momento cual Carpe Diem; las
experiencias vividas difícilmente las olvidaré, los buenos momentos quedarán en
mi memoria y no saldrán de ahí en muchos años.
Creo que el objetivo de que me desarrollara
personalmente fue cumplido, porque pude expresarme libremente y poco a poco se
fueron venciendo mis barreras internas, saliendo algunos malos hábitos y
llegando nuevas costumbres a mi vida.
Mi clase favorita sin lugar a dudas fue movimiento
creativo, pues me di cuenta que el cuerpo puede comunicar de muchas maneras y
que la palabra no es siempre necesaria para expresarnos y comunicar a otros
nuestra interioridad.
Cada jueves fue una grata vivencia y sin darme
cuenta aprendí varias cosas que no son conocimientos formales pero que si me
servirán para mi experiencia terapéutica en adelante.
Creo que no fue una mala elección el haber
ingresado a esta carrera con el curso y con otras situaciones me he dado cuenta
que esto es para lo que estoy hecha y que tengo una vocación innata para esto,
no pensé nunca en mi interior estudiar Terapia pero puedo decir que estando en
el lugar correcto y en el momento correcto de la vida conocí ésta carrera que
me cambió la vida y abrió en mi mundo una serie de senderos por los cuales
algún día tendré que atravesar.
No fue fácil llegar aquí, tuve que dejar mi
vida en Curicó para seguir mis sueños, pero en el camino he ido descubriendo
que a cada momento se crean nuevos lazos que me permiten decir que acá también
tengo una familia ya sea con mis compañeros como también con las personas con
las que vivo que son 54 personas que han cambiado mi mundo y mi experiencia
universitaria.
Finalmente tengo que decir que igual llega la
nostalgia de dejar atrás el curso, pero bueno es un proceso que tenía que
llegar algún día porque toda historia tiene que llegar a su fin; sin embargo
este es un fin de lo que apenas comienza porque el sueño de convertirme en
Terapeuta Ocupacional es la punta del Everest que escalo cada día y espero
terminar próximamente.